El compromiso separa a los hacedores de los soñadores

Desde el primer día en que asumimos nuestras responsabilidades, estamos comprometidos.

El compromiso es la esencia de la vida adulta y, sin embargo, es una palabra que a menudo se asocia con la negatividad. El compromiso significa que no podemos hacer todo lo que queremos, significa que a veces tenemos que renunciar a nuestros sueños.

Pero el compromiso también es lo que nos separa de los soñadores.

Es lo que nos convierte en hacedores. Los soñadores pueden pasar por la vida sin comprometerse a nada, pero los hacedores saben que el compromiso es necesario para lograr las cosas.

El compromiso nos obliga a tomar decisiones y a enfrentar las consecuencias de nuestros actos. No podemos culpar a los demás cuando algo sale mal, y no podemos esperar que los demás hagan todo el trabajo por nosotros. Tenemos que asumir la responsabilidad de nuestras acciones y de los resultados.

Los hacedores saben que el compromiso es la clave del éxito. No se puede lograr nada sin esfuerzo y dedicación, y el compromiso es la prueba de que estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario para alcanzar nuestras metas.

Los soñadores pueden pasar por la vida sin comprometerse a nada.

Pero los hacedores saben que el compromiso es necesario para lograr las cosas. El compromiso nos obliga a tomar decisiones y a enfrentar las consecuencias de nuestros actos. No podemos culpar a los demás cuando algo sale mal, y no podemos esperar que los demás hagan todo el trabajo por nosotros. Tenemos que asumir la responsabilidad de nuestras acciones y de los resultados.

Los hacedores saben que el compromiso es la clave del éxito.

No se puede lograr nada sin esfuerzo y dedicación, y el compromiso es la prueba de que estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario para alcanzar nuestras metas.

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